Francia: la nueva ley sanciona a los clientes de las prostitutas

Explicaciones y análisis de Olga L. González[1]

 

 

1. La ley que fue aprobada en abril pasado marca un cambio de orientación.

La ley que fue votada recientemente por la Asamblea Francesa es importante. Como toda ley de trascendencia, tiene un peso simbólico y un alcance más allá de las disposiciones y reglamentaciones que la rigen, es decir que concierne a la sociedad en su conjunto y no sólo a los clientes.

La ley es el fruto de una promesa de campaña, puesto que el entonces candidato socialista François Hollande se había comprometido con sacarla adelante. Es el fruto de dos años de discusiones, de escuchar a muchas personas involucradas con el mundo de la prostitución, de debates con el medio asociativo (ONG, sociedad civil), con militantes (de grupos políticos), de examinar leyes similares, o muy diferentes, en otros países.

Esta ley introduce un cambio sustancial: la sanción está dirigida al cliente. Se hace visible su participación en el sistema que genera la prostitución. Se hace visible el hecho de que, por ejemplo, son hombres en su inmensa mayoría quienes compran “servicios sexuales”.

La ley abroga el delito de “raccolage” (enganche del posible cliente), que Sarkozy había introducido. Es decir que no se penaliza a la prostituta, se considera que es el eslabón más frágil del sistema.

Esta ley retoma así los principios del abolicionismo. Se mantiene la prohibición del proxenetismo y se refuerzan los mecanismos para ayudar a las personas que desean abandonar la prostitución. Así, se ha creado un fondo para que estas personas puedan comenzar formaciones y/o sacar adelante otro tipo de proyectos económicos y vitales. La ley dispone que los fondos de los proxenetas y de quienes negocian con el cuerpo de terceras personas, alimentarán también este fondo.

En la práctica se ha observado, desde ya, una baja de la frecuentación por parte de los clientes. Y el tema se discute mucho: quienes no habían pensado en estas cosas se han puesto a reflexionar. Así que aun sin decretos de aplicación (no han sido publicados aún), la ley y su peso simbólico ya están funcionando.

2. Las críticas a la ley

Esta ley es criticada por varias personas que ejercen la prostitución y que, o bien desean seguir ejerciendo esta actividad por gusto (son una minoría quienes opinan esto), o bien no tienen otras posibilidades de ingreso (son la mayoría).

Es evidente que la ley puede perjudicar a las personas que ejercen la prostitución. Por eso mismo, hay que ofrecer alternativas reales a las personas y opciones para una mejor integración laboral y social. La mayoría de quienes ejercen la prostitución desearían cambiar de trabajo. Hay que darles esta oportunidad.

Pero existe otra crítica, que proviene muchas veces de personas que nunca han ejercido la prostitución: son quienes dicen que la sociedad no puede dictar lo que se hace con el cuerpo.

Personalmente, les diría que el tema amerita mayor reflexión. Les recordaría el tema de la venta de órganos, por ejemplo, que está prohibido por la ley, porque aun si las personas piensan que es legítimo vender sus órganos, muchos estados (como el Estado francés) consideran que es una práctica que va en contravía de la dignidad humana. O les hablaría de la vieja práctica de “lanzamiento de enanos” en los circos, que era el único trabajo al que los enanos podían aspirar. Cuando las leyes cambiaron y prohibieron esta actividad, los enanos inicialmente protestaron, pues no veían otra fuente de trabajo; con el tiempo, sin embargo, pudieron insertarse en otros círculos sociales y económicos que nos los estigmatizaban y que no iban en contra de la dignidad humana.

3. Las reacciones en Francia

Los sondeos que se han realizado en Francia dicen que la mayoría de los franceses quieren que se “responsabilice”  a los clientes, sin que esto signifique que se les multe. Esto significa que el castigo simbólico es más importante que el castigo económico. La toma de conciencia es más importante que la pena de prisión.

En cuanto a las personas que se prostituyen, he visto una gran inquietud, porque se ha presentado una baja de la frecuentación de los clientes (en la calle, en los bosques) y no hay un acompañamiento adecuado.

4. El tema de los riesgos

Se escucha mucho el argumento según el cual ahora los clientes buscarán a las personas que ejercen la prostitución en lugares apartados con el fin de evitar a la policía, y que esto aumentará los riesgos de salud. Tengo algunas observaciones al respecto: en primer lugar, este argumento proviene a menudo de los militantes que trabajan con las personas que ejercen la prostitución, pero no directamente de ellas. En la calle, las prostitutas dicen que seguirán viendo a sus clientes y que no los denunciarán. En los bosques parisinos donde se ejerce la prostitución, he visto patrullas de policía pasar y no molestar ni a los clientes ni a las prostitutas, que siguen estando allí paradas…

La pregunta queda abierta, pero hay que saber que en todo caso, esta actividad sin la penalización del cliente, era ya muy insegura. De hecho, es probablemente la actividad más insegura del mundo. Los niveles de mortalidad y morbilidad son muy elevados entre las mujeres y personas trans que ejercen la prostitución. Con o sin penalización del cliente, es una actividad de altísimo riesgo. Así que hay un problema estructural que hay que combatir.

5. Implicaciones de esta ley para la igualdad entre hombres y mujeres

Esta ley será importante en la medida en que contribuya a hacer cambiar las mentalidades en un sentido más humano, en el sentido de aportar mayor dignidad al ser humano. No es lo mismo un mundo en el que las mujeres son objetos sexuales y un mundo en el que no. La aspiración a la igualdad entre los sexos y a la mejora de nivel de vida de las personas, incluidos migrantes y extranjeros, pasa por este tipo de leyes.

Hoy, los jóvenes franceses se « van de putas » a España, porque en la frontera con Francia hay enormes burdeles españoles a donde van a parar mujeres traficadas de los países del Este o mujeres pobres y víctimas de violencias provenientes de América latina. Estos jóvenes franceses de clase media aprovechan la situación de desigualdad de género -y social-, para comprar el consentimiento de estas mujeres. En un mundo con referencias más igualitarias, estos mismos jóvenes sancionarían esta forma de aprovechamiento.

Este tipo de leyes rompen con varios imaginarios y con varias ideas falsas pero que le van bien al sistema, como que “la prostitución es el oficio más viejo del mundo”, o que los hombres tienen un deseo incontrolable.

Para avanzar en este tipo de temas se requiere una toma de conciencia fuerte, y hasta ahora solamente los países donde el feminismo es sólido han logrado hacer cambiar las cosas.

6. El futuro de la prostitución en Francia

Actualmente, según los datos oficiales, hay alrededor de 40 mil prostitutas. Es muy posible que con esta ley, las redes que trafican a mujeres no vean con tanto provecho este país y que bajen estas cifras. Es posible que subsista una franja de personas que ejerzan la prostitución porque quieren o, en la mayoría de los casos, porque no lograrán otro tipo de integración social y laboral.

Ahora bien, en términos de comportamientos sucederá lo mismo que en Suecia: ir « de putas » será sancionado socialmente y será visto como una forma de explotación.

Por último, si los efectos simbólicos de esta ley introducirán cambios en las mentalidades, es muy importante que surjan oportunidades reales para las mujeres y, en particular, para las mujeres migrantes. Hoy en día los salarios de las mujeres siguen siendo mucho más bajos que los de los hombres y los sectores donde emplearse están desvalorizados. Las posibilidades de ascenso social son muy débiles a pesar de que las mujeres estudian más y obtienen mejores resultados en la escuela.

Así las cosas, siguen haciendo falta muchas más medidas, muchas más leyes y voluntad política y deseo de cambiar el mundo. Todos podemos hacer algo.

 

 

[1] Olga L. González es doctora en sociología de la EHESS de París e investigadora asociada de la Universidad Paris Diderot. (Página web : https://olgagonzalez.wordpress.com/ ).

Desde hace varios años trabaja con personas migrantes y sobre el tema migratorio. En los últimos años, ha trabajado con personas en ejercicio de prostitución, en donde los migrantes están sobre representados. Ha realizado trabajo de campo en Colombia y Francia con mujeres y con personas transgénero, con asociaciones abolicionistas y reglamentaristas.