La intuición como maniobra para la revolución

Casting-interior

Dirección: Tom Donahue

Género: Documental

Año: 2012
Duración: 87 Minutos

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“Yo siempre digo que sigo mi instinto. Simplemente siento que alguien es perfecto para el papel.”

Marion Dougherty

La industria del cine en Hollywood configura sus orígenes basada en estereotipos de conductas y apariencias físicas.  Sus estudios y personas vinculadas a éstos gozaban de popularidad y glamour. De otro lado,  el reforzamiento de los estereotipos  garantizaba que la actividad económica fuera lucrativa, por lo tanto,  la formula se repitió una y otra vez durante décadas.

La dinámica consistía en vincular contractualmente a un grupo de actores y actrices, al momento de iniciar un rodaje y basados en quienes habían representado correctamente a un médico o a una secretaría, se elegían los personajes a dedo, sin explorar  otros elementos dramáticos necesarios en el cine.

Como cualquier otro escenario diferente al de la cocina, la industria cinematográfica ha sido considerablemente clasista y machista. En este sentido, las mujeres allí también han tenido una compleja y dura participación. Sus representaciones han estado fijadas a las de ser objeto de deseo, y los roles detrás de cámara eran casi nulos o bajo el imaginario de que si puedes organizar una casa, puedes organizar una película. Está posición las situó como productoras.

Hubo un espacio en la industria hollywoodense que se estructuró y determinó por el trasegar  de una mujer en él, se trataba de encontrar el reparto perfecto para una película. “Casting By”, narra la historia de Marion Dougherty y otras personas encargadas de este oficio.

Sobre este aspecto, Martin Scorsese aseguraba que  “Más del 90% del trabajo de un director en una película se basa en tener el reparto correcto”.  Mariom inventó las lógicas para hacer esta elección, produciendo una verdadera  revolución al interior de la industria cinematográfica.  Construía el reparto huyendo de los estereotipos, encontrando elementos diferenciadores a cada actriz o actor, buscando la química mutua. Para lograrlo, confiaba, hablaba de cosas cotidianas y les hacía una pequeña prueba

Todo suena hermoso, pero lograr el reconocimiento es este rol y un crédito en un cartón aparte, fue una gran batalla que duraría años. Una joven provinciana llega  a la ciudad de Nueva York para volverse actriz. Con astucia y sensatez, se da cuenta de que es bastante difícil conseguirlo, y explorando en la industria, consigue saber cuáles son sus talentos. A finales de los 40´s llega a Kraf, una importante cadena de televisión como ayudante de reparto. Cuatro meses después se convierte en directora de reparto. Marion trabajó en Kraf ocho años haciendo el reparto de unos 500 programas. Su nombre nunca estuvo en los créditos.

La industria empieza a cambiar, el glamour a desaparecer, Marion ha descubierto a muchos actores y actrices que marcarían tendencias estéticas e influenciarían la cultura. Algunos directores empezaban a incluir a sus directores de reparto en los créditos. Marion fue la primera es hacerlo de manera consiente, eso significa que también merecía un cartón sola en los créditos.

En “Cowboy de medianoche” (1969), la participación de Marion influyó creativamente de manera decisiva. Apostó y convenció a John Schlesinger, su director, de incluir en el reparto nombres como  Dustin Hoffman y  Jon Voight, actores totalmente desconocidos en el momento. La película que se consideró estupenda, estuvo nominada a casi todos los premios Óscar de ese año. Al final, se llevó los de mejor director y mejor película.  Marion le pide al directo un cartón aparte con su nombre y el crédito de directora de reparto. Después de una discusión que incluía al sindicato de directores, Schlesinger decide que no lo hará. Marion pide entonces que su nombre sea retirado de los créditos.  En ese momento Schlesinger decía “Yo confiaba plenamente en que un día cuando se tranquilizara un poco ella volvería y me hablaría de una forma más razonable”. Al final quien razona  es él, y en el documental con voz quebrada, lamenta que después de 45 años nunca le dio el crédito que merecía. El crédito lo consigue tres años después.

Las palabras de Schlesinger revelan un imaginario típicamente masculino sobre los trabajos de las mujeres y sus derechos. La reacción de pedir “tranquilidad”  o “Ser más razonable”, es una conducta que sin embargo se repite una y otra vez en escenarios distintos y públicos, como el de la política por ejemplo. Este tipo de obstáculos invisibles, se ha establecido en la cultura de hombres y mujeres induciendo en la forma en cómo hay que apropiarse de esa feminidad o masculinidad. Exigir un derecho o un reconocimiento siendo mujer, puede leerse socialmente como una insensatez.

Basada en lo que ella consideraba intuición, su influencia transformó indudablemente la forma de hacerlas cosas en Hollywood. Quienes la recuerdan hablan de su gran bondad; de cómo generó un espacio de encuentro para directores, actores y actrices; se consideró determinante en lo que se conoció como la imagen de Nueva York en el cine; dio la oportunidad a sus colaboradoras más jóvenes  (Siempre eran mujeres) de hacer repartos de importantes películas. Su contribución fue tan sustancial, que su agencia se consideraba por grandes cineastas como el epicentro del cine en aquella época.

Marion Dougherty fue la verdadera estrella.